Colombia: Bogotá
Tenía muchos años planeando este viaje en mi cabeza. La principal razón (y el porque escogí los paises a visitar) es porque tenía muchas ganas de conocer en persona a varios de mis amigos que conocí hace años (entre 8-13, apróximadamente) de internet.
El viaje comenzó el 1 de julio viajando de la Cd. de México a Bogotá, Colombia. El viaje fue rápido y sin complicaciones, así como la llegada al aeropuerto. Ahí me estaban esperando Kelly con su novio Andrés, nos saludamos, abrazamos, emocionamos y luego fuimos a comer una hamburguesa (¡estaba muy buena!) y seguir platicando un rato.
Después fuimos a tomar el transmilenio que me llevaría a el lugar donde pasaría la primer noche, al norte de Bogotá, con Chela, a quien había contactado en el sitio de Couchsurfing. Fue mi primera experiencia usando este sitio, el cual conocía desde hace tiempo, y puedo decir que es de las mejores cosas que se pueden hacer mientras viajas. Conoces nuevas personas, usualmente alguien del lugar que estás visitando, por lo que pueden ayudarte con consejos sobre que ver, a donde ir o no ir, y sobretodo da una oportunidad de conocer mejor la cultura del lugar.
Chela me recibió de forma muy amable, estuvimos platicando un rato sobre el cómo decidí empezar el viaje y sobre otras de sus experiencias con couchsurfers, y luego me dijo que tenía unos boletos para un concierto en un teatro cercano, que si quería ir. ¡Obviamente le dije que si! El teatro es un lugar muy bonito y el concierto estuvo maravilloso, un pianista ruso y un cantante colombiano. Definitivamente una gran manera de empezar el viaje.
Al día siguiente salí temprano para ir a Zipaquirá, a casi una hora de camino de Bogotá. La razón es que en mi investigación previa de lugares que quería visitar, estaba la Catedral de Sal, un lugar hermoso. Llegar es bastante fácil, de la terminal Norte del transmilenio salen unos autobuses que van a la ciudad, y solo debes decirles que vas a la catedral para que te dejen en un lugar cercano y te indiquen hacia donde caminar. El camino no es largo, y puedes pasar por la plaza del centro de la ciudad, que es muy bonita. Subir a la entrada de la catedral me costó un poco por la falta de ejercicio, pero no es pesado y solamente sigues unas indicaciones a lo largo del mismo. Llegando hay que comprar la entrada, hay distintos modos, yo me fui por el que incluía la entrada a la catedral, un espectáculo de luces dentro, un museo de la sal y el camino del minero, que era para conocer como hacían el trabajo los mineros en épocas pasadas. El lugar es muy bonito e interesante, te muestran las diversas etapas que ha tenido la refinería y la catedral como tal.
Había quedado con Chela de que la iba a invitar a cenar, así que empecé el camino de regreso antes de que se hiciera muy noche. Llegue a su casa y salimos a buscar Ajiaco aun lugar cercano, pero estaba cerrado y nos fuimos a una plaza cerca al área de comida rápida. El ajiaco es una delicia, pero es un plato grande, y cometí el “error” de pedirlo junto a una Bandeja Paisa, otro platillo enorme y no me pude terminar los dos, pero guardé lo que sobró para desayunar al día siguiente, en el cual vería a Karen, otra de mis amigas.
Ese día comenzó saliendo temprano de casa de Chela, ya que ella iba a salir de la ciudad un par de días y yo a quedarme en el departamento de Karen por 2 noches, antes de partir a Medellín. Ella salía tarde del trabajo, y yo al estar cargando mis mochilas no tenía muchas ganas de estar caminando por la ciudad, así que me fui a un centro comercial cercano y me la pase el día viendo películas en el cine. Por la tarde ella pasó por mi y fuimos a dejar mis cosas a su depa antes de salir a caminar un rato por la zona de fiesta y a tomar unos tragos con ella y su novio.
Al día siguiente salimos a caminar al centro, no recuerdo el nombre de la calle, pero es una que es mayormente peatonal, por lo que nos topamos con muchos vendedores de todo tipo, bandas de música de distintos géneros, mesas donde jugaban ajedrez, etc. Creo que el día era sábado, y me dijeron que en domingo es cunado hay mas actividad ahi, pero aún así había muchas cosas para ver. Pasamos por un mercado donde vendían artesanías, pero no quise comprar nada porque aún me quedaban casi los dos meses de viaje por delante y no quería cargar mucho. Parte de la idea era que tenía ganas de subir al cerro Monserrate, pero al final caminamos tanto que acabé muy cansado, así que pasamos a comer algo y seguimos caminando un rato, hasta que ya no pudimos más. Íbamos a regresar todos a casa de Karen, pero al final me quedé yo en otro lado porque iba a ver a Kelly y su novio de nuevo.
La vi en una estación del transmilenio y fuimos por café y pan, ahí estuvimos platicando un rato y luego nos salimos a caminar por la zona. Era cerca del estadio de fútbol, así que dimos la vuelta por un lado y luego nos metimos a otras calles, íbamos buscando una librería y platicando. Andaba ya algo cansado de la caminata de antes, pero había que aprovechar, ya que al día siguiente partía hacía Medellín. Llegamos a la librería y después de un rato curioseando, le dije que escogiera un libro para regalárselo de recuerdo :D Terminando ahí nos regresamos caminando, me dejaron en la estación del transmilenio y me fui a casa de Karen.
El último día en Bogotá tenía que ir a la terminal de autobuses a comprar mi pasaje, ya que no me dejaba comprarlo por internet. También había contactado con Johanna, una chica de Couchsurfing, que aunque no pudo alojarme, me dijo que podíamos salir a tomar un café si tenía tiempo, así que antes de ir a la terminal pase a una parque donde nos veríamos para platicar. Es una chica muy buena onda y con muy buena actitud, estuvimos platicando de viajes pasados y futuros y para mi buena suerte, cuando nos despedíamos, me dijo que ella vivía por la zona de la terminal y que me llevaba, ¡genial! Me dejó en la terminal, compre mi pasaje y me salí a caminar un rato por la zona para llegar a la estación más cercana para regresar a casa de Karen por mis maletas y entonces listo, salir a Medellín.